Naturaleza y humanos han convivido desde los inicios de la humanidad para dotarnos de un conocimiento único y ancestral. Ese conocimiento se materializa en formas de arquitectura que hoy constituyen nuestro patrimonio etnográfico, siendo Allande un  paraíso para los amantes de esta disciplina. Especialmente relevantes son los hórreos y paneras con estilo decorativo propio, denominado estilo Allande, y que salen al paso del viajero enc ada uno de los 128 pueblos del concejo. Siguiendo la Ruta Etnográfica podrás descubrir algunos de los pueblos mejor conservados.

Incontables brañas que nos hablan de la vida trashumante de nuestros antepasados salpical las zonas de alta montaña. Entre todas ellas la más fotografiada y visitada es la braña del Campel, siendo igualmente bucólica la Braña de Is.

Molinos de agua o maquilas, jalonan los cursos de los ríos. En las laderas de las imponentes montañas encontramos con frecuencia corripas entre los bosques o sotos de castaños, mientras los cortines suelen estar rodeados de monte bajo (brezo, escoba). Estos últimos son el reflejo de la convivencia del hombre con el oso y prueba palpable  de que en Allande podrás encontrar una miel de brezo de gran calidad.