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Las obras, que comenzaron el día 5 de octubre, tienen como finalidad corregir los problemas ocasionados en el pueblo por las aguas de este reguero, que provoca arrastres de materiales e inundaciones en el núcleo.

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico señaló las características técnicas que debía cumplir el proyecto de encauzamiento.

La reducida sección del paso de las aguas era insuficiente para dar curso a las crecidas que experimenta el arroyo cuando se producen fuertes lluvias y tormentas.

Por este motivo, las inundaciones con arrastres de materiales por el pueblo y el corte de la carreta eran frecuentes.

El incendio forestal de asoló la zona en octubre de 2017 y las tormentas que vinieron a continuación incrementó los daños causados por las crecidas del arroyo.

Las obras que se realizaron consistieron en la excavación para profundizar el cauce del arroyo, la construcción de escolleras y la ampliación del paso del agua bajo la carretera mediante marcos prefabricados de hormigón armado, de 2 x 2 metros de sección de paso, con aletas de escollera que vierten a un badén hormigonado.

Una vez colocados los marcos se procedió relleno y compactación para recuperar la plataforma de la carretera, procediéndose a pavimentar con aglomerado en caliente, y quedando aún pendiente la colocación de barandillas de protección.

La empresa adjudicataria de las obras fue Trabajos Salense, S.L. y supuso una inversión municipal de 72.578 euros.